LA ODISEA DE SMITH:

El 10 de octubre del 2015 fue cuando empezó la Odisea de Smith, ese día fue el nacimiento de mi hermano Smith. Este relato se llama así porque desde que nació mi vida se ha convertido en una aventura para brindarle a mí hermanito. Ya han pasado 3 años desde que vino al mundo a alegrarme y a darle sentido. Todos los días de mi vida son una maravilla gracias a él. Contaré un poco de su nacimiento. Cuando Smith nació yo no valoraba mucho la vida y era muy despreocupada con ella. Pero al verlo en brazos de mamá tan pequeño y desprotegido me fije en cuidarlo todos los días que estuviéramos juntos y en crear un mundo mejor para él. Fue como verlo y pintar mi existir en varios colores. Cuando Smith tuvo su llegada a casa fui la más emocionada de todas, aunque casi no podía detallarlo ya que él debía estar acostado y con su mamá. Cuando lo colocaron en mis brazos, lo arrulle y le di un enorme beso en la frente, creo que ahí fue cuando me enamoré y pacte con ese beso que yo sería su ángel guardián. 

Su primer baño y lo sostuve, fue único sentir la vida de alguien dependiendo de mis brazos. Luego darle de comer me hacía sentir como si yo fuera la mamá de Smith y me llenó mucho el corazón. Smith rompió las expectativas que tenía, todas las noches idealizando un bebe y no lograr conseguir una imagen clara y que satisficiera mis dudas. Mirarlo fue enamore de sus enormes ojos oscuros y de sus pequeñas manos que agarraban las mías. Luego al dormirlo y arrullarlo con mi canto me sentí como si fuera una madre cuidando a su pequeño. Smith poco fue creciendo como todo ser en el mundo. Al abrir y cerrar de ojos ya gateaba y decía sus primeras palabras, recuerdo esa tarde en que dijo “Michell” (aunque mamá dijo que no era cierto, que no se entendía) para mí si fue esa palabra. Luego Smith camino y yo estuve ahí para recibirlo mientras se esforzaba por dar sus primeros pasos. Smith se volvió grande y fuerte. Como todo avanza, personas, realidades Smith fue avanzando junto conmigo. Su primera noche de brujas a mi lado, su primera navidad y el mejor regalo recibido de parte de la vida. Sin mentir fue el mejor regalo recibido en 14 que tenía en ese tiempo. Luego mi primer cumpleaños con otro invitado más, alguien que soplo las velas conmigo, que me ayudo a superar cosas que llegaron a doler mucho, él fue el remedio para los malos momentos en ese entonces creo que le debo mucho sin que él recuerde haber hecho algo para ayudarme. A la hora de almorzar Smith alegraba con una nueva palabra, a la hora de ir a estudiar Smith lloraba cuando me bajaba del auto, a la hora de salir y no poderlo llevar Smith me hacía un show (aún lo hace) A medida que Smith crecía, mi fe aumentaba, le pedía a Dios por él todos los días, porque tanta maldad en el mundo podía lastimarlo y no lo permitiría. Smith me enseño tantas cosas de su crecimiento, que puedo decir que aprendí más que en la escuela.

Cuando yo cargaba a Smith en mis hombros, podía hacerlo volar. Podía hacerlo reír mientras jugábamos al avión y escuchar sus hermosas carcajadas. En él me perdí, tanto que aún sigo tratando de encontrar respuesta a cómo puede existir tanto amor para darle a alguien, es como si mi vida dependiera de ello. No soy feliz si Smith está triste y sé que él no sonríe si yo no soy feliz.

Un día empecé a pensar en crear un mundo mejor para él. Sabemos todos nosotros que el dinero es la fuente de un buen futuro y por eso decidí entregarme por completo a estudiar medicina, porque haré un mundo mejor para ellos y para mí. Porque mi mamá sufrió mucho en su niñez, creció con vacíos emocionales y problemas para criar correctamente a un hijo, debido a esto mi niñez no fue mala económicamente siempre lo he tenido todo, pero puedo decir que no fui completamente feliz. Lo que quiero para mi hermano, es bienestar económico y bienestar sentimental, porque no quiero que viva con remordimientos, ni que se le prohíba vivir. Eso está en mi mente y es algo que no me deja dormir, lo cumpliré, es una promesa que le hice a Smith.

Smith es mi fuente de sacrificio a diario, por él soporte muchas cosas y guarde muchos secretos. Lo hice para que fuera feliz y tuviera una familia y aunque él nunca lo sabrá, las personas que lean esto si podrán saber que lo puse antes que a mí misma en todo momento. Antes no le tenía miedo a nada ahora solo tengo miedo de perderlo, es lo único que lamentaría. Esta es mi historia, es mi odisea, no imaginan el amor tan profundo que siento por él. De pensar en que estaré lejos sin él al irme a estudiar a otro lugar me lastima infinitamente, siento que no podré estar sin él. Sé que nadie lo cuidará mejor que yo, ni que tendrá un cariño igual al que le tengo. Ahora quiero tocar temas profundos, como las fiestas que perdí por cuidarlo, las personas que deje atrás por faltar a sus fiestas de cumpleaños y los buenos amigos que se cansaban de que si salía lo hacía con él, a veces Smith lloraba y molestaba a varias personas, otras hacia pataletas y cuando ensuciaba su pañal y yo con mis amigos, me tocaba irme, buenos tiempos aquellos, aún sigue acompañándome cuando salgo, hace berrinches y malas caras, también unas veces es grosero y otras es el más tierno, aprendí a querer todas sus facetas. Sus celos de verme con otros niños y su cara cuando no hacía lo que él quería. Así es todo el tiempo. A medida que crezca quiero crecer con él y estar ahí para él. Quiero verlo en su primer partido de algún deporte, verlo con su primera novia, verlo tan feliz que yo sea la mujer más feliz de solo verlo.

Le pediré infinitamente a Dios por mi hermanito, para que siempre este con él, para permitirme apoyarlo en todo lo posible, que él no sienta soledad, tristeza y que si es así tenga a su hermanita para apoyarlo en todo momento. Eso hace él cuando yo estoy triste, va a mi habitación y me pregunta: “¿Qué pasa Michell?” con ese tono de ternura e inocencia en su voz y automáticamente debo responderle para que no empiece a repetir esa pregunta 10 veces, al final me da un beso y se sube en mis hombros, ¡Qué más puedo pedirle a la vida! Si con Smith lo tengo todo, en el encuentro felicidad y comprensión, siempre agradeceré eso, era como sentirme vacía la mitad de lo vivido y cuando nace Smith llenarme.

 

Ya terminando este relato, quiero agradecerle a la vida por haberme dado a alguien con quien ser feliz, porque realmente soy feliz todos los días de ella. Los días malos, Smith los alegra, cada día aprendo algo nuevo, cada día es diferente y sé que mi hermano estará conmigo para enfrentar todo. Mientras Smith crece le daré la mejor niñez que alguien pueda tener, lo haré tan feliz que no se cambiará por nadie.